Rice & Longstaff

Cuando Inglaterra terminó cuarta en el pasado Mundial de Rusia fiel a su sistema de tres centrales, mientras había ido proclamándose campeona del mundo en todas las categorías juveniles habidas y por haber, nadie hubiera podido imaginar que los refuerzos le iban a llegar tan pronto y desde tan inadvertidas procedencias. Y es que esta historia, en cuyo punto actual se encuentran dos jóvenes llamando a golpe y porrazo a las puertas de los 'pross', empezaba con la mayor promesa irlandesa (sí, han leído bien) de la última década y un chaval (y no tan chaval) inédito en las inferiores de los 'Three Lions' que había regresado a la reserva del Newcastle tras una cesión de una temporada en el Blackpool. Uno volante de contención y otro con más vuelo ofensivo, Declan Rice (20) y Sean Longstaff (22) están llamados a tomar el relevo del centro del campo inglés en la próxima década.

El del primero es un caso peculiar. En la academia del Chelsea desde los 6 años, el West Ham se interesó en el físico y sobrio central a sus 13, incorporando a un chico más londinense que el Big Ben, pero cuya ascendencia irlandesa (sus abuelos son de Cork) había apresurado a la Federación del país a reclutar para sus inferiores a un jugador con un potencial inusitado en los últimos tiempos en su selección. Debutaría con los 'hammers' en Premier League con 17 años frente al Burnley en la última jornada de la 16/17, pero sería al comienzo de la siguiente temporada, frente al Manchester United, cuando Slaven Bilic se animó a ponerlo de volante de contención, sustituyendo al capitán Noble en la segunda parte. Desde entonces, Rice no ha dejado de crecer. Una vez hecho el debut con la absoluta de Irlanda hace un año, la concatenación de hechos en la vida de Declan busca puerto en la isla vecina. Y es que tras asentarse como indiscutible para Pellegrini esta temporada en la posición de '5', Rice se tomó un tiempo para decidir a quién quería representar, decantándose hace un mes por su país de nacimiento, lo que ha supuesto una decepción enorme para una Irlanda que lo tenía como la gran ilusión para volver al Mundial. Así, Inglaterra gana al sexto máximo recuperador de la Premier, un central reconvertido a pivote que destaca por su sobriedad, un gran físico y piernas kilométricas que hacen las veces de tentáculos a la hora de robar balones y cortar pases, y una no menos destacable distribución en largo. No siendo un privilegiado de la velocidad, suple esta carencia con un temple y sentido de la colocación impropio de un chico de 20 años. Bien sea con Dier o en el centro de la zaga, la presencia de Rice con su nueva selección es un cascarón a punto de romperse.

Por otro lado está Sean Longstaff, centrocampista de la cosecha del 97 que ha asomado esta temporada por primera vez en la elite. Canterano de 'las urracas', tras sendas cesiones a Kilmarnock y Blackpool, tuvo la alternativa en el 'Boxing Day' de la mano de un Rafa Benítez necesitado de cualquier recurso existente a la vista de la desidia del propietario Mike Ashley, quien confía en el madrileño para mantener a su club en la Premier prácticamente a coste cero. Tras aquella navideña derrota por 4-0 frente al Liverpool, Longstaff, procedente de estirpe de deportistas, se adueñó del puesto de titular en la medular que hasta entonces ostentaba el surcoreano Ki Sung-yueng, cambiando la dinámica blanquinegra en Premier con 4 victorias, 1 empate y 3 derrotas, poniendo la salvación muy de cara para los de St. James' Park. Con un estilo de juego basado en el buen posicionamiento sobre el campo, tranquilidad sin asumir riesgos con el balón, un buen desplazamiento en largo y pocos reparos a la hora de hacer conducciones verticales para sacar provecho de su destacable disparo de media distancia (se hinchó a hacer goles así en Blackpool), a Longstaff quizá le falta un poco de maduración para acabar de asentar este rol que le aleja un pelín más del área rival, si bien su fortaleza física será una gran aliada en este cometido. Recientemente lesionado de la rodilla, los aficionados 'magpies' temen no volver verle en lo que resta de temporada, pero su contribución hasta la fecha puede haber sido determinante para que la temporada que viene podamos verle asentándose en Premier League con los colores del club de su vida.

Rice & Longstaff, dos apellidos que leídos juntos unidos por la et pueden parecer el nombre de una consultora de pedigrí, son dos flamantes respuestas a la actual renovación de una selección inglesa que venía pidiendo caras nuevas desde hacía bastante tiempo. Dos ases en la manga más para el estratega Southgate y dos motivos más para la ilusión de la hinchada de los 'pross'. El futuro, y también el presente, es suyo.

Kike Cervera | @kikecervera_